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QUINCE AÑOS
Nunca dudé del creador,
tampoco de su gran amor,
ni que ángeles nos envía
para dar luz a nuestra vida,
como único dueño y, señor
que actúa a
su libre albedrío
con quienes son su creación.
Hace ya, quince años,
en un día como hoy,
envió un ángel a la tierra
al hogar donde yo estoy,
llenándolo de vida y amor,
ese ángel que Dios nos dio,
hija mía, ese ángel, eres tú.
Llenas mi alma y mi vida
con tu sonrisa llena de luz,
ya has dejado de ser niña,
para ser esa bella jovencita
juguetona, dulce y traviesa
con cuerpo y líneas de mujer
que acogen a la inocencia aún,
cual combinación explosiva
que en los quince es lo común.
Quince años que son...
adolescencia e inocencia unidas,
corazón y pensamiento lleno de vida,
de calor, ilusión, de color y alegría
sentimientos en continua rebeldía
por las normas de la opaca razón,
que no pueden alcanzar ni asimilar
los dictados de tu dulce corazón.
Llena de sabor y alegría,
caminas tranquila, hija mía,
tuteando y sonriendo a la vida,
cargada, llena de dichas y sueños,
en busca de metas y de tu destino,
deseando tener bellos amores
con dulces y alegres colores.
Hija, a tus quince,
nada temas, sonríe siempre,
vive, juega, canta y baila,
no pierdas el tiempo
por entender las injusticias,
las rencillas ni las envidias,
lucha con fuerza contra ellas,
siendo siempre feliz tu misma,
con lo mucho o poco que tengas,
pinta cada
día tu cielo, siempre,
de color azul, vida y esperanza
pues recogerás lo que en él siembres.
Llegaste en un día de primavera
como llegan todas las flores,
llenas de aroma, luz y belleza,
dando gran felicidad a tu padre,
que estos versos escribe y siente
con ojos empañados y corazón apretado
feliz, embargado por la emoción,
lleno de entereza, de vida y energía,
la fuerza que sólo me puedes dar tú,
la misma que necesito para seguir
para luchar, reír y también soñar
como en su día hice en mis quince,
a los que me llevas por vivirlos hoy tú.
Durmiendo estás aún
despierta vida mía,
te esperan tus quince años
en un día luminoso, alegre y azul
que irradia tu alegría y tu luz.
Nunca dudes del creador,
como tampoco dudo yo
pues siendo tú, un ángel,
hace hoy quince años,
a mis brazos te envió,
sin pedir nada, sólo por amor.
Por ti y por todo ello...
...hoy doy...
¡Gracias a Dios!.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS!