FELICIDAD
Es meta, sueño, deseo o destino,
para muchos es el final del camino,
causa, motivo por el que existimos,
gran
inmensidad posee este sustantivo
que se pronuncia
con calma y suavidad.
Felicidad, por antonomasia femenino,
como la paz y su frondosa tranquilidad,
como la blancura de un alma sin maldad,
algo que parece imposible de encontrar,
como la del niño que apenas sabe hablar.
Felicidad, lo creas o no, se puede alcanzar,
a veces, casi siempre, sin pretender,
viviendo la vida tal cual eres, tal cual, es,
a ella se llega desde la entrega a los demás,
con la humildad de quien da sin mirar.
Felicidad, muchos la buscan con desenfreno,
con toda su fuerza, ansia, afán y desespero
sin embargo, por más que lo intentan
se les escapa entre los dedos de sus vidas,
sufren y lloran sin hacer nada que lo impida.
Felicidad es una magnitud que no está fuera,
somos sus hijos, descendientes directos de ella,
es nuestra energía positiva, la total y sencilla,
nace en el interior, junto a la del verdadero amor,
forma parte de su luz, es su chispa y su calor.
Por todo lo anterior, lo que os deseo amigos
es, primero, Amor a vosotros mismos,
solo así podréis dárselo a los demás,
solo así sentiréis la verdadera felicidad,
pronunciándola más allá de la eternidad,
en su justa paz y con mucha humanidad.
AZULPLATA
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