Yo no tengo ninguna duda de que el amor es la luz y el calor de la vida. Nada vale la pena sin ese sentimiento que nos acompaña desde la más tierna infancia. Cuando nacemos nacemos estamos necesitados de afecto, de calor, de amor. Cuando crecemos somos necesitados del amor fraternal de los compañeros de vida, amigos y demás personas que nos ayudan y guían. Cuando somos adultos la necesidad de compartir tu vida junto a otra persona que te llena y te completa se hace patente hasta en las mas intimas fibras de nuestro ser. Pero amar es saberse dar y entregar y eso solo se aprende a través de la luz que ilumina nuestro camino, luz de vida que nos acompaña, nos da fuerza y energía.
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