EN SILLA DE RUEDAS, AMOR...SIN BARRERAS

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EN SILLA DE RUEDAS,
AMOR...SIN BARRERAS

Se siente, se vive,
se ama, se ríe y se llora,

acompañada o sola,

el amor y la vida son, tal cual son,

sin costumbres ni modas,

sintiéndose en el alma y el corazón,

¿quién decide su forma?

¿quién puede osar a decidir,

como y cuando se puede o no, sentir?

A ti mujer,
que sientes y vives,

que amas, ríes y lloras,

acompañada o sola,

sobre una silla de ruedas,

que nadie te dicte la forma,

vive, siente, ama y desea,

tanto como puedas,

cuando el amor llame a tu puerta

cuando anide en tu corazón,

nunca, jamás lo temas.

Eres una mujer entera y completa,
que sufres, vives y sientes,

que amas, ríes, cantas y lloras,

como todos lo hacen,

en nada te diferencias,
siendo en el amor
dama, dueña y señora.

El amor no tiene piernas,
ni tampoco el corazón,

sin embargo de él estás llena,

no lo acalles, por favor,

por tan sólo una silla de ruedas.

El corazón siente, late y ama,
se ande o no se ande,

te llaman discapacitada,

por no poder dar una patada,

aquellos que si andan,

por no ser igual que ellos,

que corren y corren sin encontrar nada,

dejalos con sus empeños,

mientras amiga mía, vive tus sueños.

Ama, quiere y desea,
con la fuerza, la fe y esperanza,

que solo tiene,

la mirada de una mujer enamorada,

camine o no ande,

se mueva o esté quieta,

el amor no tiene barreras que lo detengan,

ni cercas, ni muros, ni vallas.

Quién te ame, te desee y quiera,
te llevará en su sangre,

de forma completa y entera,

amándo con pasión y desenfreno,

tu sonrisa y tu mirada

que lo alegran e iluminan,

tu cuerpo y esencia

que lo prenden y cautivan,
siendo en sus noches,
su fuego, tormento y calma,
amando y envidiando

a tu silla de ruedas,

por ser ella y no él,

quién en sus brazos te lleva.

AZULPLATA

*Este poema lo quiero dedicar a una entrañable pareja, María y Oscar, ejemplo de vida, y sentimiento