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Eres MI
MI sueño,
que comienza dormido y despierto
Sueño Eterno continuo y bello
del que no quiero despertar.
MI calma,
la que a mi alma y a mi ser hace falta
la que necesita,
esa que me da tu mirada y tu sonrisa.
MI horizonte,
que es donde siempre se unen
el cielo con el mar o con la tierra,
donde se une tu cuerpo con el mío,
creando un universo sincero y limpio.
MI luz,
que a mis silencios ilumina,
que a la tiniebla de mi noche,
la disipa y elimina.
MI brisa,
que lenta por mi esencia te deslizas,
que hasta a la piel que me erizas, suavizas
cálida, confortable y refrescante caricia
que el placer con tu presencia eternizas.
MI sol,
estallido y resplandor de luz, calor y color
que bronceas la piel de mi ser y de mis ansias
con la luz de tu amor, pasión y esperanza.
MI universo,
espacio sin tiempo donde en paz te siento
y en su nada, como dios y como diosa
me creas y te creo, me tienes y te tengo.
MI cielo,
que en el más allá es paraíso eterno
y en el más acá,
es allá, donde los dos nos pertenecemos
en los besos, en las manos y en tu cuerpo.
MI dulzura,
por ser remanso de cariño
donde me haces sentir como un niño.
MI ternura,
que me conforta y me atrapa,
que me envuelve y me cuida,
que a mi corazón sus heridas cura.
MI mar,
por donde navego en libertad
por el océano de tus ansias y deseos,
por el abismo de tus desvelos más íntimos.
MI agua,
que calma la ardiente y reseca sed
que sacia y colma las carencias de mi alma,
fresco refrigerio por el que mi cuerpo clama.
Mi sal,
que conserva el alimento que dios me da
la fuerza, pasión y amor que por ti, siento.
MI sed y MI hambre,
así eres y serás por siempre en mí, mujer
como ella y como él, lo es, necesidad vital
pues no solo de pan y vino vive el hombre.
MI necesidad,
que llena ese vacío que no es mío
que llevo dentro,
que forma parte de mi ser
y sin él, no existo.
MI fe,
pues solo creo en ti, en mí y en el amor
que nos une a los dos,
en su garra, en su fuerza y su fusión.
MI fantasía,
esa que me alegra cada día,
que me colma
que me sacia en mis sueños
donde espero
tus caricias, tus besos y tu sonrisa.
MI sencilla felicidad,
que poco a poco se posa en mi corazón
como gotitas de rocío que besan una flor.
MI deseo,
permanente, constante, penetrante
que no logro aplacar ni saciar
ni al vivirte, tomarte y amarte.
MI fuego,
deslumbrante, ardiente y fundente
que purifica mis ansias de amar
en el destello del crisol lleno
de pasiones incandescentes.
MI reino,
por el que vago sin cesar
como rey, como señor y como dueño,
como lo estoy, vagando por tu cuerpo.
MI diosa,
a la que mi esencia se doblega,
a la que mi alma y mi vida adoran.
MI dueña,
que me tiene, me usa y me posee,
que me colma, me apasiona y llena,
a quién mi alma y mis sentidos entrego.
MI viento,
que me azota y acaricia
que me envuelve en sus aromas
torbellino de pasiones y sensaciones
que me pierden, me mueven y me agitan.
MI pena,
por no poder darte mucho más
mi cuerpo, mi alma, mi vida y hasta la eternidad.
MI castigo,
por no poder tenerte siempre conmigo
siendo de mi cuerpo su sangre y de mi vida su aire.
MI tortura,
por no poder saciar jamás este fuego
que me consume implacable los adentros
por el deseo de poseer tu esencia y tu cuerpo.
Tú y solá tú mujer
eres mi paraíso prometido,
Sin ti,
no hay rumbo fijo, ni destino.
Lo má bello de lo que creasme encantó felicidades un placr leerte Azul Plata
ResponderEliminarGracias Angelica, me alegra que te haya gustado. Un saludo cordial
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