EL RIO

Música para el poema

EL RÍO

En la serena y apacible tarde,
me siento a la vera de tu cauce,
río, que el agua es tu vida y sangre,
como la mujer que dentro me arde,
es mi esencia, mi ansia y estandarte.

Escucho el sonido de tu canción,
cual versos de rima consonante,
río de aguas bravas y constantes,
música que a mi corazón invade,
latiendo con fuerza y sin control.


Amor mío, siento que te haces agua,
que por mi piel y cuerpo naufraga,
ardiente y sutil caricia que desciende
logrando estremecerme tus remolinos,
allá donde el placer habla con suspiros,
en los lugares más recónditos e íntimos.


Agua salvaje, fuerte, limpia y clara
que como hombre me lava y enaltece,
cerrando los ojos y abriendo el alma,
agua viva que llevo dentro, en mi cauce,
cual eterna y suave caricia que me haces.


Quiero ser el río que te lleve
siendo tú, el agua por la que existe
agitándote en mi seno con bravura,
siendo las cascadas el brillo del sonido
que te nombra con fuerza, deseo y ternura,
cada vez que me desbordas los sentidos,
inundando mi alma como nadie ha podido,
de sentires exquisitos y placeres prohibidos.


AZULPLATA